La desaparición el mes pasado de Bao Fan, banquero e inversor de la industria tecnológica, ha reavivado el interés en un fenómeno chino reciente: la desaparición de multimillonarios.
El fundador del grupo empresarial China Renaissance, con una lista de clientes que incluye a los gigantes de internet Tencent, Alibaba y Baidu, es considerado un gigante del sector tecnológico del país.
El caso de Bao ha seguido un camino ya conocido: desapareció durante días antes de que su empresa anunciara que estaba «cooperando en una investigación que estaban llevando a cabo ciertas autoridades de la República Popular China».
Como también se ha vuelto habitual, aún no se sabe qué organismo gubernamental está llevando a cabo la investigación, de qué se trata o cuál es el paradero de Bao.