El concepto de «grieta» es aplicable a casi todo en Argentina. Hace tiempo que dejó de pertenecer al mundo de la política, ya es parte de la conversación social. Pero en las redes la polarización está en su ecosistema natural. Se mueve como quiere en el discurso público. Se repite. Se multiplica.
En un estudio llamado The Hidden Drug (La droga oculta), realizado por la compañía de consultoría de comunicación y marketing digital LLYC, se identifican los temas más calientes y se hace foco en el poder adictivo de la polarización.
El informe bucea en las redes sociales para explicar la evolución de este fenómeno en Argentina en los últimos cinco años, al igual que sucede en Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, España, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana.
La referencia es la conversación social sobre los temas que mayor controversia suscitan. Los 10 territorios, como lo llaman, que abren más la «grieta».
El nivel de polarización de la conversación en Iberoamérica creció un 39% en los últimos 5 años. Pero Argentina es el segundo país con mayor polarización, sólo detrás de Brasil.