Desayunar una falsa banana o merendar una fruta del árbol pandano podría ser algo muy común en un futuro próximo.
Ante la amenaza de la emergencia climática, los científicos ya trabajan para adaptar nuestras dietas a prueba de crisis alimentarias severas.
La guerra de Ucrania ha puesto de relieve los peligros de depender de unos pocos cultivos comercializados a nivel mundial.
Con el 90% de las calorías provenientes de tan solo 15 cultivos, los expertos del Royal Botanic Gardens en Kew, Londres, están buscando ingredientes para preparar el menú que comeremos en 2050.