La salud del planeta ha empeorado tanto desde que la brasileña Marina Silva (Breu Velho, Acre, 64 años) fue ministra hace dos décadas, con Luiz Inácio Lula da Silva, que su cartera se denomina ahora Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático aunque el rótulo dorado de la fachada aún no refleja el nombre completo. Tres días después del asalto bolsonarista al corazón del poder político y judicial de Brasil, la monumental explanada de Brasilia donde se alzan los ministerios está este miércoles cerrada al tráfico porque los seguidores del expresidente amenazan con nuevas movilizaciones. La alerta es máxima ahí fuera, pero esta ambientalista que lleva cuatro décadas en política es la serenidad en persona. La ministra recibe a EL PAÍS en una de sus primeras entrevistas con medios internacionales y la primera con un medio en español desde que tomó posesión. Habla suave, pausado. Varias veces candidata presidencial, conoce bien el desafío y los riesgos en el horizonte.