De visita por una semana para presentar una colección de sus libros que lanza Penguin Random House (PRH), Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) comenta que, hace más de un año, tiene una debilidad muscular en las piernas que lo obliga a usar una silla de ruedas. Así se lo vio al recibir el Premio Ortega y Gasset a la trayectoria profesional, semanas atrás. “Hago un tratamiento de fisioterapia, pero no parece que vaya a cambiar mucho -dice a LA NACION-. Al principio era más leve y andaba con bastón y muletas, pero bueno, ahora me sorprende que haya tanta gente que mantenga esa costumbre arcaica de caminar, habiendo máquinas que te llevan de un lado a otro”. Admite que hay cosas que no puede hacer. “Como salir a dar unas vueltas con la silla por las calles de Buenos Aires -ejemplifica-. Las veredas están destruidas, cada veinte metros hay baldosas distintas y las rampas están mal hechas, son una farsa, algo ornamental, una metáfora de la Argentina contemporánea”.
En el lobby del hotel donde se aloja en Buenos Aires, una periodista chilena entrevista al gobernador de la Región Metropolitana de Santiago, Claudio Orrego, uno de los oradores del acto de apertura de la Feria del Libro. Cuando las clamorosas voces se acallan, es posible retomar el diálogo con el escritor, que cuenta que vio en internet algunas partes del discurso de Martín Kohan en La Rural. “Parece que estuvo bien”, dice. Hoy, a las 19, presenta con el periodista y escritor chileno Cristian Alarcón lo que en broma ha denominado la “Biblioteca Yo”, es decir, la Biblioteca Martín Caparrós, de catorce títulos, que publica PRH. La colección incluye sus primeras novelas, como No velas a tus muertos y Ansay ó los infortunios de la gloria, y sus libros más recientes, como Sarmiento, el segundo título de una “trilogía de escritores argentinos del siglo XIX”, que este año se completará con una ficción en verso dedicada a José Hernández.