María Eugenia Vidal sabe que sus chances de ganar en la Provincia están atadas a un fuerte corte de boleta, por lo que las miradas se posicionan en cómo jugarán los intendentes del Conurbano que -más allá del resultado nacional y bonaerense- buscan retener sus pagos.
Por un lado, el interrogante es cómo se moverán los intendentes del PJ en cuyos municipios la gobernadora sigue teniendo una imagen positiva e intención de voto muy alta, pese a que hubo un deterioro este último año. Por otro lado están los intendentes de Cambiemos, sobre todo los de la tercera sección electoral, que saben que Mauricio Macri los hunde y buscan evitar el arrastre de Cristina Kirchner en sus propios municipios.
Desde el entorno de Vidal admitieron que esperan que el corte fuerte tenga lugar en la elección general y no en las PASO. Su teoría es que la diferencia entre Kicillof y Vidal oscila entre 3 y 5 puntos a favor del ex ministro, un número que creen poder revertir en octubre cuando haya más «conciencia» en el electorado afín a la gobernadora, que se volcará al corte cuando vea las verdaderas chances de perder la Provincia.