La moda y sus formas cambiantes suscitan polémica desde hace mucho tiempo. Antes eran las mujeres con pantalones las que provocaban una reacción negativa. Hoy son las elecciones de las personas que se identifican como no binarias y desafían la norma en lo que eligen vestir y en cómo quieren comprar.
En medio del furor, unas pocas (demasiado pocas) marcas dominantes han tenido la previsión de diseñar ropa para personas que no encajan perfectamente en la mirada binaria de género, y para un grupo cada vez mayor de jóvenes compradores que prefieren vestir más allá de las líneas de género. Las comunidades que ven estas empresas siempre han existido, incluso cuando no se las reconocía. Y ahora sus elecciones están ayudando a reinventar nuestra forma de pensar sobre la manera de vestir. Acelerada por las redes sociales y la influencia de celebridades internacionales como Harry Styles, la moda no binaria es cada vez más frecuente y lleva a los minoristas a investigar la manera de ponerse al día.