Muchas empresas de ropa deportiva, entre ellas Nike, dicen apoyar a las atletas. Un comercial lanzado en febrero recibió un reconocimiento generalizado por presentar a mujeres atletas en todas las etapas de su carrera, desde la infancia y también durante la maternidad. Luego, en el Día de las Madres de este año, Nike lanzó otro anuncio que promueve la equidad en el deporte.
Pero eso solo es publicidad.
La realidad económica en deportes como el atletismo es distinta que la de otros como el baloncesto o el fútbol. En las carreras, los atletas no reciben un sueldo de una liga. En cambio, sus ingresos provienen casi exclusivamente de acuerdos de patrocinio firmados con empresas de ropa y artículos deportivos como Nike y Asics.
Los mejores atletas entre los mejores pueden complementar esos ingresos con el dinero de los premios que obtienen al ganar competencias. Aunque la mayoría de esas atletas —que a menudo son el sostén de su familia— firman acuerdos exclusivos por cantidades de cinco o seis cifras que las mantienen comprometidas con una sola empresa.