Comer es lo único que nos puede dar placer tres veces por día por el resto de nuestras vidas. Si lo pensamos bien, la relación mas íntima que tenemos es con la comida. Es un hecho cultural que determina, en parte, quiénes somos. El alimento no es solo combustible.
Por otro lado, es para lo único para lo que sacamos plata del bolsillo a diario, tomando así pequeñas decisiones. Y esas pequeñas decisiones tienen impacto en nosotros, nuestro cuerpo, nuestra salud, la familia, nuestro entorno, la comunidad y el planeta. Hoy, comemos lo que nos dan. Comemos lo que nos dicen. Y comemos lo que le conviene al mercado en términos de producción y rentabilidad. La uniformidad de oferta nos da la ilusión de elección. Tengan en mente esto: ilusión de elección. Tomate, carnes (vacuna y pollo), harina, queso, papa. Comemos siempre los mismos cinco ingredientes en distintas formas.