Un aniversario siempre es una excusa. Un motivo para decir algo. La conmemoración puede ser novedosa o repetida, formal o disruptiva. Pero ahí está, volviendo a escena, algunas veces para perturbar y otras para pasar desapercibida, como una liturgia más.
El vigésimo aniversario de la rebelión popular del 2001 es nuestra excusa para realizar un balance. Una crítica y autocrítica «desde abajo y a la izquierda», como solíamos decir, al proceso de emergencia, crecimiento e implosión de lo que denominamos nueva izquierda, sobre la que se pueden agregar los prefijos autónoma, independiente, no partidaria y más, dando cuenta de la heterogeneidad del espacio tanto como de su persistente indefinición. ¿Será una virtud o un déficit dicha imposibilidad de definir en un solo concepto este tipo de izquierda? Sobre ello trabajaremos en las próximas páginas. Pero, antes, hacemos explícitas algunas aclaraciones necesarias.