Las estafas digitales, como los Business Email Compromise (BEC), que son ciberataques para obtener información comercial crítica, y los fraudes románticos por internet, generan millones de dólares a los delincuentes. Todas estas trampas empiezan con un poco de ‘ingeniería social’ para engañar a la víctima y conseguir que haga algo que le ponga en desventaja, ya sea al confiar en alguien en quien no debería o al enviar dinero que no se usará para el propósito pensado. La ingeniería social se refiere a ese conjunto de técnicas de manipulación que utilizan los hackers para extraer información confidencial a sus víctimas.
Ahora, está en auge una nueva variante de estas estafas, conocida como ‘pig butchering’ o ‘carnicería de cerdos’. Atrapa a gente desprevenida para robarle todo su dinero y opera a gran escala gracias, en gran parte, al trabajo forzoso.