domingo 26 de marzo de 2023
Cursos de periodismo

Placer ¿culpable?

Sentarse frente al televisor hasta atragantarse de programas basura. Ir cambiando de canal hasta que nuestra posición corporal se asemeja a una horizontal rugosa y darnos cuenta de que el domingo ha volado. Robar horas al sueño a cambio de un poco más de telerrealidad. Coronar una comida copiosa con un monumental helado bien regado de chocolate o sustituir la dieta mediterránea por una hamburguesa con todos sus extras. Comer con las manos o encenderse un cigarrillo a escondidas. Escuchar con entusiasmo a Camela y entregarse la tarde del sábado a devorar libros de Corín Tellado o Barbara Cartland… Son pequeños placeres que causan culpa, los llamados guilty pleasures, tan en boga en las redes que hasta los más famosos los confiesan.

El «placer culpable» o «dulce pecado» es aquella forma de entretenimiento o diversión que provoca vergüenza en el disfrute, por considerarse inapropiado. Desde el remordimiento a la neurosis. Chismorrear, cotillear, comadrear, por ejemplo. Algo incorrecto social o individualmente. La cuestión es: si el placer que sentimos no incordia a nadie, ¿por qué sentirnos culpables?

ethic.es  (ethic.es)