Todo el mundo quiere que Rafael Nadal gane otro Roland Garros, pero no tanta gente quiere ver al Real Madrid o al Barcelona ganar otra Champions. La gente disfruta viendo a individuos hacer proezas extraordinarias, sean deportistas o CEOs de empresas, nos gusta ver el desarrollo personal detrás de esas hazañas y ponernos en su piel. Sin embargo, cuando se trata de un grupo de personas, sea un equipo o una empresa, la cosa cambia.
Este concepto tiene un nombre: efecto Streaking Star.
Walker y Thomas Gilovich, profesor de psicología en la Universidad de Cornell, realizaron nueve estudios con 2.625 personas, publicados en el Journal of Personality and Social Psychology, para demostrar que «el éxito de los individuos inspira asombro en las personas de una manera que el éxito de un grupo no lo hace».