La ciudad es vigilada por cientos de soldados, policías federales, del estado y el municipio. Pero de sus calles desaparecieron decenas de personas.
De ninguna se sabe nada. Los que sí han aparecido, a pesar de la estricta vigilancia, son cuerpos desmembrados o decapitados.
Organizaciones civiles dicen que desde julio de 2014 han sido asesinadas más de cien personas en la localidad.
A otras las secuestraron grupos armados. El caso más reciente ocurrió entre el 9 y el 14 de mayo cuando supuestos policías comunitarios tomaron el control de la cabecera municipal.
Al marcharse se llevaron a varias personas. El número no está claro.