Con una larga lista de delitos punibles con la muerte, Irán ejecutó al menos a 582 presos el año pasado, solo superado por China, que registró más de 1.000 ejecuciones. La organización Iran Human Rights (Derechos Humanos de Irán), que hace campaña contra la pena de muerte en Irán señala que supone un aumento del 75% en relación con las 333 ejecuciones en Irán en 2021.
El alarmante número de ejecuciones, casi todas se cree que por ahorcamiento, ha llamado la atención de gran parte de la comunidad internacional y de los organismos mundiales de vigilancia de los derechos humanos, que creen que la pena capital es cruel, degradante e inhumana. Pero, ¿por qué se han ejecutado tantos presos iraníes en los últimos dos años? Si bien la sentencias de muerte es obligatoria para ciertos delitos, las tendencias observadas plantean preguntas sobre el verdadero motivo de estas sentencias.
Cuando son juzgados por un delito, los ciudadanos iraníes no son iguales ante la ley. Los hombres tienen más derechos que las mujeres, los musulmanes tienen más derechos que los no musulmanes, y los musulmanes chiítas tienen más derechos que los musulmanes suníes, que son una minoría en el país.
