Fenómenos meteorológicos extremos -como heladas y sequías- están provocando la peor caída en la producción global de vino de los últimos 50 años.
Las cosechas de los tres principales mercados a nivel mundial, Italia (-23%), Francia (-19%) y España (-15%), fueron golpeadas por condiciones climatológicas adversas que influyeron en un descenso general de la producción de 8,2%, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
De los 10 principales productores de vino en 2017 a nivel mundial, solo tres países arrojaron cifras azules: Australia (6%), Argentina (25%) y Sudáfrica (2%).