Los vientos de los escándalos de corrupción soplaban en contra. Los de la economía alternaban ráfagas débiles a favor con otras en la dirección opuesta. Parecían malos tiempos para el conservador Partido Popular.
Sin embargo, esta formación de centroderecha y su líder Mariano Rajoy ganaron este domingo las elecciones en España por tercera vez consecutiva.
El PP obtuvo casi 8 millones de votos, un 33,03% del total, y 137 escaños, 52 más que su rival más cercano, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se quedó con 85 diputados.
Los datos económicos pintan un país que poco a poco emerge de su peor crisis económica en décadas: frente a la previsión de crecimiento del 2,8% este año, la deuda pública, en un 100,5% del Producto Interno Bruto (PIB), alcanza récords históricos y, pese al descenso del desempleo en los últimos meses, casi 4 millones de españoles no tienen trabajo.