El ciclo de sueño y vigilia es uno de los comportamientos humanos más importantes. A tal grado, que pasamos una tercera parte de nuestras vidas durmiendo y no podríamos sobrevivir sin dormir.
Durante el sueño, nuestro cerebro almacena y procesa información. El cuerpo elimina toxinas y se repara, permitiéndonos así funcionar correctamente cuando estamos despiertos.
Incluso la falta de sueño durante periodos cortos afecta significativamente nuestro bienestar.
La mayoría de nosotros empezamos a dejar de funcionar bien con tan solo una noche sin dormir. Y después de tres noches (sin dormir) funcionamos muy por debajo de los niveles normales.
Un estudio sugirió que, después de 17 a 19 horas de permanecer despierto, el desempeño en tareas cognitivas puede ser similar a haber ingerido demasiado alcohol.