“Si caminás por una calle con casas en las dos veredas y todas tienen las cortinas cerradas menos una, vas a mirar a través de esa ventana. Siempre queremos mirar la vida de otras personas. La gente es curiosa, le interesa lo que otra gente está haciendo”. La frase la dijo hace años Jhon de Mol, el holandés creador de Gran hermano, el formato que hace dos décadas irrumpió masiva y polémicamente en la TV argentina. Veinte años después, y muchísimos cambios sociales en el medio, el reality show regresó a la pantalla chica devolviéndole a la TV abierta audiencias que hacía mucho tiempo no acaparaba y, lo más importante, sumando a nuevas generaciones frente al televisor. ¿Cómo explicar, entonces, el fenómeno detrás de este reality show de encierro en pleno reinado de las plataformas? ¿Qué razones hacen posible que un formato voyeurista y sin sustancia sea el contenido más visto de la TV argentina? Página/12 reunió a especialistas en el ámbito de la cultura popular y los medios para analizar la perdurabilidad de un producto que la mayoría dice denostar pero que tiene los niveles de audiencia más altos del país.
“Si caminás por una calle con casas en las dos veredas y todas tienen las cortinas cerradas menos una, vas a mirar a través de esa ventana. Siempre queremos mirar la vida de otras personas. La gente es curiosa, le interesa lo que otra gente está haciendo”. La frase la dijo hace años Jhon de Mol, el holandés creador de Gran hermano, el formato que hace dos décadas irrumpió masiva y polémicamente en la TV argentina. Veinte años después, y muchísimos cambios sociales en el medio, el reality show regresó a la pantalla chica devolviéndole a la TV abierta audiencias que hacía mucho tiempo no acaparaba y, lo más importante, sumando a nuevas generaciones frente al televisor. ¿Cómo explicar, entonces, el fenómeno detrás de este reality show de encierro en pleno reinado de las plataformas? ¿Qué razones hacen posible que un formato voyeurista y sin sustancia sea el contenido más visto de la TV argentina? Página/12 reunió a especialistas en el ámbito de la cultura popular y los medios para analizar la perdurabilidad de un producto que la mayoría dice denostar pero que tiene los niveles de audiencia más altos del país.