Con la III Dinastía aprendieran a hacer pirámides, con la IV alcanzaron la excelencia en Giza y Dasur y con la V parecieron olvidar cómo se construían con las perfectas características de sus predecesores. No obstante, hasta el Imperio Nuevo se siguieron levantando algunas, aunque sus materiales eran peores y no han podido pervivir hasta la actualidad