En tiempos electorales, las encuestas se enfocan en la intención de voto de cada candidato, pero en todas hay un factor central a la hora de analizarlas, que muchas veces pasa desapercibido: el porcentaje de indecisos entre los consultados y la proyección que cada encuestador hace sobre ellos. La cantidad de personas que aún no saben a quién votar suele ser alta antes de que comience la campaña, y se reducen a medida que se acercan las urnas. El segmento «indefinidos» abarca a los que no saben a quién elegir, pero también en ese grupo se incluyen también quienes no quieren anticipar su voto, y que, desencantados por las opciones, no se ven representados en ninguno de los candidatos que se postulan.
En estas elecciones 2019, además, los indecisos serán un factor central a la hora del escrutinio. Los sondeos recientes muestran que las diferencias entre las dos principales fuerzas opositoras —Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto contra Alberto Fernández-Cristina Fernández— se acortan y que la polarización entre ambas fórmulas se acentúa ante un escenario de posible balotaje. Incluso algunas encuestas, como la última de Opinaia, calcula con su proyección de indecisos que ambos precandidatos quedarían en una paridad 50/50 en caso de enfrentarse el 24 de noviembre.
Algunos votan por preferencia, otros por oposición «para que no gane Macri-Pichetto, o Fernández-Fernández», otros tienen mala imagen de ambas fuerzas y hay quienes votaron a Cambiemos —ahora Juntos por el Cambio— que están «desencantados» por su gestión y son a quienes el oficialismo busca reconquistar por cuatro años más.