La marihuana, el cultivo que en la clandestinidad en América Latina alimentó a una de las industrias más rentables del mundo en el siglo XX, ha resultado un negocio mucho menos atractivo en la región a medida que la actividad entra a la legalidad en el siglo XXI.
México, Colombia, y en años posteriores, otros países del hemisferio occidental como Paraguay, albergaron grandes industrias de producción ilícita de marihuana tan legendarias por su violencia como por sus ganancias.
Pero en el nuevo siglo, siguiendo el ejemplo inicial de Uruguay, que legalizó el cultivo en 2013, varios gobiernos latinoamericanos dieron el paso hacia empezar una normalización gradual del sector.
Hoy es legal la marihuana con fines medicinales en naciones que incluyen Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. La industria mueve mas de 170 millones de dólares anuales en la región, según estimaciones de la consultoría Euromonitor.