Argentina se posiciona en el segundo lugar entre los países de América Latina que más invierten en gasto social para bajar la pobreza. Se destina alrededor del 14% del producto bruto interno (PBI) al gasto público social y, de ese monto, un 80% se invierte en protección social: por ejemplo esto es jubilaciones, asignaciones familiares y seguro de desempleo.
Es importante que un país tenga como prioridad en su agenda de gastos asistir a los sectores más vulnerables. Sin embargo, en la actualidad hay un 44% de personas que se encuentran en la pobreza y un 9% en situación de indigencia. Y varios estudios señalan que la inversión no está ayudando a mejorar los índices de pobreza.