Una ola de insolvencias entre bancos de tamaño medio tiene nerviosos a los mercados, que se preguntan quién será el próximo.
Bajo observación está el First Republic Bank de Estados Unidos, salvado in extremis por una inyección de capital de US$30.000 millones realizada por 11 bancos de Wall Street.
Muchos lo ven como un eslabón débil dado que también ha sido víctima de la misma fuga de clientes que hundió con solo 48 horas de diferencia al Silicon Valley Bank, el Signature Bank y el Silvergate Capital Corp. en Estados Unidos y al Credit Suisse en Europa.
Sus acciones se han desplomado al pasar de US$133,87 a US$15 en apenas 15 días, es decir, valen aproximadamente un 87% menos.
Y es que precisamente la retirada de fondos y la desconfianza está en la base del rápido colapso de los bancos regionales de Estados Unidos y del ataque de pánico que sufren las bolsas estos días.