viernes 24 de marzo de 2023
Cursos de periodismo

Postales de nuestra adicción a la moda rápida

Soy trabajadora temporal en un almacén de una gran tienda online. Cinco días a la semana, de pie en un puesto con contenedores amarillos rebosantes de ropa devuelta, gano 18,75 dólares por hora. Mi trabajo es determinar —en menos de dos minutos— si la prenda se puede volver a poner a la venta.

Miro si tienen rasgaduras o manchas y si faltan botones. Compruebo si los trajes de baño conservan el adhesivo de protección higiénica. Les doy la vuelta a las mangas de los suéteres por si están descosidas o tienen restos de desodorante. Volteo los zapatos para ver si las suelas están sucias, y con cuidado meto la mano enguantada en ellos. Hace poco, me encontré un par de calcetines usados al fondo de unas botas Timberland de imitación.

Incluso cuando el artículo pasa mi prueba, en el tejido hay inserto un hilo más profundo del que tirar: ¿por qué compramos ropa de usar y tirar fabricada por trabajadores con salarios bajos, y que tienen un costo para un medioambiente al que ya se le imponen demasiados costos?

nytimes.com  (www.nytimes.com)