Tiene su propio sistema legal, múltiples partidos políticos y una amplia carta de derechos que incluyen la libertad de expresión y reunión.
Un floreciente sistema capitalista de mercado rige la economía y, como en casi todo el mundo, se puede acceder a redes sociales como Facebook o Twitter.
Y, sin embargo, Hong Kong pertenece a China.
El territorio al sur del gigante asiático vive desde hace 22 años en un entramado peculiar.
Desde que los ingleses devolvieron su gobierno a Pekín en 1997, Hong Kong se mueve en un sistema político y económico muy diferente del que se conoce en la China continental.