lunes 20 de marzo de 2023
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Qatar y Netflix: el destructivo intento de purificar la imagen de los deportes

Al ver el Mundial de Qatar 2022, cualquiera (incluyendo los amantes del mundo deportivo) puede experimentar una sensación de irrealidad, como si se tratara de un escenario ficticio en vez de una verdadera Copa del Mundo.

Desde los falsos aficionados que vuelan desde el Líbano para apoyar al país anfitrión, hasta las pseudoreproducciones generadas por computadora que aparecen en las pantallas de los estadios, da la sensación de que nunca hubo tanta distancia entre lo que ocurre realmente en el campo y el contenido que se transmite a todo el mundo.

Por supuesto, de vez en cuando se produce un estallido de autenticidad en el Mundial de Qatar 2022: hordas de aficionados y banderas con arcoíris que revientan la burbuja cuidadosamente controlada que la FIFA y Qatar han creado en su extraño y complejo país; un lugar con más asientos de estadio que ciudadanos. Pero incluso las decisiones deportivas pasan por un proceso de revisión, mediadas por la lotería de los árbitros asistentes de video (VAR), tecnología semiautomatizada que convierte literalmente a los jugadores en maniquíes sin rasgos.

es.wired.com  (es.wired.com)