Poco después de que las formalidades de su nombramiento como primer ministro finalicen, Boris Johnson se enfrentará a uno de los retos más grandes de la historia reciente de Reino Unido, el Brexit.
Johnson hereda el desafío de Theresa May, cuya carrera política fue finiquitada con sus intentos de que el Parlamento aprobara el acuerdo al que había llegado con la UE para un «Brexit blando».
Y, a diferencia de May, Johnson a Johnson no le tiembla la voz al hablar de la posibilidad de que el país abandone la Unión Europea sin un acuerdo, lo que llaman «Brexit duro».