Para muchas personas con acné, las cremas y curas cutáneas no son suficientes para hacer desaparecer los granos y marcas que tanto dificultan su día a día.
Son muchos quienes recurren a los antibióticos, a veces excediéndose en el tratamiento, con la esperanza de devolver un aspecto saludable a su piel.
Pero a veces el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Según un estudio publicado esta semana con motivo de la conferencia anual de la Asociación Británica de Dermatólogos -en el que los expertos analizaron 928 casos- el abuso de los antibióticos está creando un efecto «rebote».