Dos tiroteos masivos en menos de 13 horas, 29 muertos, 53 heridos.
Estados Unidos se estremeció este fin de semana por un par de tragedias similares, pero que ocurrieron a 1.574 kilómetros de distancia.
Dos jóvenes, uno de 21 años y otro de 24, dispararon a mansalva contra decenas de personas inocentes; uno, en una tienda de Walmart en Texas, el otro, en una zona de bares en Ohio.
En la balacera de El Paso, al menos 20 personas murieron en lo que las autoridades investigan como un caso de «terrorismo doméstico».