El mercado de apps de delivery gana terreno desde hace años y dio un salto amplificador durante la pandemia, período en el que aumentó la demanda de envíos de comida a domicilio: se estima que en la Argentina 6 de cada 10 personas optaron por estas apps de delivery para comprar alimentos. Sin embargo, la regulación de los trabajadores de las plataformas sigue siendo una pregunta abierta.
No se trata solo de la discusión en torno a si deberían considerarse empleados o no de las plataformas, sino que esta actividad plantea otros debates. Por ejemplo, si es correcto que los repartidores y repartidoras trabajen bajo las reglas de un algoritmo que desconocen y, por lo tanto, sin tener claro qué es lo que se espera de ellos o por qué son premiados o castigados. Bajo las órdenes de un patrón opaco al que tampoco es posible hacerle preguntas ni reclamos.
En este marco, un grupo de investigadores del centro de estudios Fundar elaboró un informe en el que se resalta la importancia de transparentar las plataformas y abrir esas cajas negras que ordenan el trabajo diario como un elemento fundamental para mejorar las condiciones laborales de las y los repartidores.