Cada vez está más cerca la era de la medicina personalizada, basada en las características genéticas de cada quien.
Este avance es posible gracias a que los costos de secuenciar el genoma son cada vez menores y a que la inteligencia artificial se encarga de analizar toda esta cantidad de datos.
A más de la mitad de los islandeses, por ejemplo, se les ha secuenciado y analizado su composición genética de manera precisa.
El costo de estos análisis es de unos US$600 por persona.