Uno de los grandes relatos políticos surgidos al albur de la Gran Recesión fue el de la desigualdad. La idea de que una minoría privilegiada de grandes fortunas había trampeado la lógica de la democracia y de la justicia social a costa del 99% restante. Aquel 1% se convirtió en el objetivo retórico principal de movimientos como
, y entró en la narrativa de multitud de asociaciones, políticos e intelectuales.
Llegó incluso al propio 1%, como una reciente carta de veinte multimillonarios ilustra.