Es posible que cuando sale a caminar por las calles de Londres, ciudad donde vive, no haya una sola persona que la reconozca y pueda pasar completamente desapercibida.
No se trata de la jugadora más popular en el mundo del fútbol, en base al número de seguidores en redes sociales, ni la mejor, según premios como el Balón de Oro y The BEST.
En cambio, lo que sí puede decir la australiana Sam Kerr es que se trata en este momento de la futbolista mejor pagada del mundo.
Por lo menos tomando en cuenta el salario que recibe del Chelsea, su club, con el que está dominando el fútbol inglés en los últimos años.
Sin embargo, lo que percibe anualmente Kerr, US$513.000 según coinciden varios medios deportivos especializados, solo equivaldría a una cuarta parte de lo que gana Kylian Mbappé en el PSG… a la semana.