Lyubov Sobol se arrastraba lentamente al caminar, apoyándose en el brazo de un colega, cuando hace una semana habló con la corresponsal de la BBC en Moscú, Sara Rainsford.
Después de casi tres semanas rechazando ingerir comida, decía sentirse mareada y débil, pero decidida a continuar con su huelga de hambre.
Su plan entonces era «pasear» por la capital rusa junto a centenares de manifestantes convocados el pasado fin de semana.
Sin embargo, la abogada y popular bloguera de video rusa acabó detenida por la policía cuando se dirigía a esa concentración no autorizada. Los agentes la sacaron a la fuerza del taxi en el que iba y la metieron en una furgoneta.
En total, unas 600 personas fueron arrestadas por participar en la protesta según OVD-Info, un grupo que maneja una línea de auxilio para reportar detenciones.