Sé lo que estás pensando, que esto será una gran declaración sobre cómo Max, el próximo renacimiento de HBO Max, da luz verde a una nueva serie de Harry Potter a pesar de las objeciones de quienes consideran transfóbicas las opiniones de la creadora de Potter, J.K. Rowling. Pues no lo es. Esta columna plantea una pregunta diferente: ¿quién necesita este programa de televisión?
Para los que no lo sepan, el nuevo proyecto de Harry Potter que Warner Bros. Discovery anunció el miércoles convertirá las siete novelas de Potter de Rowling en una serie de televisión que durará una década. En teoría, esto le permitirá a Max adaptar los libros con más detalle que las películas hechas por la productora y distribuidora estadounidense.
Está bien. Pero, ¿por qué? Como fan de Star Wars, entiendo el deseo de volver a tu mundo favorito una y otra vez. Pero esto no es Max haciendo una nueva serie basada en personajes previamente inexplorados; es Disney+ convirtiendo A New Hope en una temporada de televisión. Las ocho películas de Potter que ya existen duran casi 20 horas. Es cierto que se han omitido algunos aspectos, pero los fans que se mueren por más contenido también tienen un espectáculo de Broadway, un parque temático, un videojuego y toda la serie de películas de Animales Fantásticos para visitarlas, si realmente necesitan más del Mundo Mágico.
