Los pampeanos serán los primeros en ir a las urnas el próximo domingo y darán así inicio a un raid que terminará, recién, en noviembre. Oficialismo y oposición siguen ensimismados en sus internas mientras los argentinos están mirando otro canal.
Seis de febrero. Se inició la última semana sin elecciones o aprestos electorales. El domingo próximo, La Pampa dará inicio a un calendario caótico y agotador, que tendrá novedades y definiciones todos y cada uno de los meses. Es un proceso que recién terminará, si hay segunda vuelta, en noviembre. Más precisamente, el domingo 19, cuando se prevé que emerja, después de un casi inevitable balotaje, la persona que ocupará la Presidencia.
Con ese telón de fondo se entienden la aceleración de las negociaciones que se produjeron a uno y otro lado de la grieta, con la convocatoria, por un lado, de Alberto Fernández a armar la mesa política que tanto le viene reclamando el kirchnerismo, y el encuentro que este mediodía tendrá la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio.
En ambos campamentos lo que prima es la rosca, los recelos y un estado deliberativo donde la única constante es la división por sobre la unidad, los desacuerdos y dos figuras que siguen dominando los resortes principales y el núcleo duro de sus coaliciones: los ex presidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri.