En junio de 1930 el economista británico John Maynard Keynes se encontraba en Madrid dando una conferencia titulada “Las posibilidades económicas de nuestros nietos”.
Keynes predijo entonces que en unos 100 años los europeos llegarían a un nivel de desarrollo tecnológico que facilitaría la reducción de la semana laboral a tan solo 15 horas. Previsiones similares se volvieron a hacer en la posguerra, sobre todo durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado. Incluso a principios de los ochenta, el filósofo André Gorz escribía: “La abolición del trabajo es un proceso que ya está en marcha (…) las formas para manejar este proceso constituyen el debate político mas importante de las próximas décadas”.
Han pasado casi 100 años y la profecía de Keynes todavía no se ha cumplido.