Pese a que el Ejército de Estados Unidos ha derribado ya cuatro objetos aéreos no identificados en lo que llevamos de mes, el Gobierno norteamericano aún no ha sido capaz de dar una explicación convincente sobre qué eran, cómo se mantenían en el aire o cuál era su origen. China, por su parte, también ha encontrado los suyos.
Mientras los expertos señalan que puede ser la consecuencia lógica de que nuestros sensores y radares sean mejores que antes, lo único que está claro es tenemos entre manos un nuevo frente en plena escalada de tensión entre China y Estados Unidos. Una escalada que ya nadie duda en llamar la «nueva Guerra Fría».
Y es especialmente significativo que sea en este contexto de conflicto soterrado, espionaje y guerra de posiciones el que traiga de vuelta a los OVNIs, el fenómeno sociocultural más bizarro y refinado que nos dejó la (antigua) Guerra Fría. ¿Estamos ante los primeros brotes de un verdadero revival de la ufología?