El derribo de un avión no tripulado estadounidense por las fuerzas iraníes este jueves es el último incidente que ha disparado la ya elevada tensión entre Washington y Teherán en la región del Golfo Pérsico. En un principio, EEUU no reconocía el derribo, pero después aseguraba que se había producido en aguas internacionales. Irán declaraba que se produjo cuando sobrevolaba su espacio aéreo y fue entonces cuando se producía un surrealista cruce de dimes y diretes que a punto estuvo de acabar con Trump atacando el país de Oriente Medio.
Estados Unidos e Irán no mantienen relaciones diplomáticas desde hace cuatro décadas, pero su enfrentamiento se agudizó desde la retirada unilateral de Washington en mayo de 2018 del acuerdo nuclear con Teherán y las consiguientes sanciones.