Hace algunos años, mi mejor amiga me mandó un mensaje de texto para confesarme que estaba preocupada por su forma de textear. Las manos y los dedos le dolían todo el día y la molestia empeoraba cuando usaba su teléfono inteligente. ¿Era posible que textear de manera incesante sobre paternidad y política fuera la causa?
Todavía no existe mucha investigación sobre los efectos que el uso del teléfono inteligente puede tener en nuestro cuerpo. “No sabemos mucho”, opinó Jessica B. Schwartz, una fisioterapeuta que radica en Nueva York y es portavoz de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia. Sin embargo, ella y los médicos con los que hablé comentaron que estaban atendiendo más pacientes que nunca con dolores, así como malestares de articulaciones y tejido blando tales como tendinitis en los dedos, pulgares, muñecas, codos, cuellos, hombros y espalda alta (y que lo más probable es que los teléfonos móviles tuvieran algo que ver).