Suena el timbre en los departamentos argentinos. -¿Quién será? -¿Esperás a alguien? -Deben pedir ropa. Atiende uno. Dicho y hecho: ¿tiene ropa para regalar? Cuando Abel Gilbert escriba sobre los sonidos de Pandemia se debería llamar así. Zoom, paredón y después. Un riesgo, el de siempre, en política: que te crezca el cuco. Que te alejes demasiado del precio de la leche. “La política es una interna entre personas que tienen casa con pileta”, escuché que tiró uno en el bar notable “Las Violetas”. Imaginación al poder y pies en la tierra.
Esta semana Johana Duarte escribió un texto que era palo y hueso. Desde dónde habla: desde la Secretaria General del Movimiento Evita de Chaco y como Vicepresidenta del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (IAFEP) de esa provincia. Sin temor lo dice: estoy adentro del Estado. Desde adentro dice lo que hay que decir. Y lo que tira es un balazo: “En el Gran Resistencia, el 53,6% de las personas viven en la pobreza y el 10,6% en la indigencia, lo que la lleva a encabezar el dramático ranking de ‘ciudad con los peores índices del país’”. Éste es el texto completo. Y acá dice algo más: “Hay un crecimiento de gran Resistencia con chaqueños y chaqueñas que dejan su lugar de origen por no tener las condiciones mínimas de acceso a derechos, producto de la devastación económica de las políticas del macrismo y entonces se vienen a los grandes centros urbanos como Resistencia a vivir en condiciones infrahumanas. Y la consecuencia de que muchos niños, niñas y niñes no hayan podido acceder a la educación porque no tienen conectividad tiene que ver con esa pobreza estructural. Y si no empezamos a transformar eso que nos duele, que nos golpea, nuestro paso circunstancial por el Estado, para quienes venimos de los movimientos populares, habrá sido un fracaso.”