Al comienzo de la pandemia, un grupo de analistas de datos de Facebook tuvo una reunión con ejecutivos para solicitar recursos que contribuyeran a medir la prevalencia de la desinformación sobre la COVID-19 en la red social.
Los analistas dijeron que saber cuántos usuarios de Facebook habían visto información falsa o engañosa sería complejo y que tal vez tomaría un año o más descifrarlo, según dos personas que participaron en la reunión. Pero añadieron que si se hacían algunas nuevas contrataciones para el proyecto, y se reasignaban algunos empleados, la compañía podría comprender mejor cómo los datos incorrectos sobre el virus se propagaban en la plataforma.
Los ejecutivos nunca aprobaron los recursos y al equipo nunca se le informó la razón, según los involucrados, quienes solicitaron mantener su anonimato porque no están autorizados para conversar con periodistas.