En apenas unas horas, con una sola jugada anunciada de manera sorpresiva en redes sociales, Cristina Fernández de Kirchner le allanó gran parte del camino a la unidad peronista para las próximas elecciones, aunque su decisión de llevar a Alberto Fernández como candidato a presidente aún no logró perforar el núcleo más duro de Alternativa Federal, conformado por Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Roberto Lavagna, que esta semana se reunirán para definir los pasos a seguir. A diferencia de sus socios en esa espacio, Sergio Massa abrió la puerta a una negociación.
Las adhesiones de los gobernadores hasta ahora nucleados en Alternativa Federal fueron cayendo como en un efecto dominó, tras el gesto de apertura de Cristina. El primero en celebrar la decisión públicamente fue el tucumano Juan Manzur. Con el correr de las horas, se fueron sumando sus pares Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Domingo Peppo (Chaco) y Sergio Casas (La Rioja), todos integrantes de la mesa de Alternativa Federal que se formó a fines del año pasado con la intención de generar un espacio que pudiera llevar un candidato propio, lejos de la ex presidenta. Por último, llegó la celebración, un poco más distante, del entrerriano Gustavo Bordet, que elogió el anuncio pero dijo que se mantiene en contacto «con todos los sectores».