La locura de los NFT no parece tener fin. 2021 ha sido su año. Los Tokens No Fungibles que están haciendo cundir el pánico entre jóvenes inversores, geeks y coleccionistas del mundo al combinar criptomonedas y blockchain han desatado una espiral donde se mueve de todo: arte, videojuegos, deportes e incluso medios de comunicación. Y los especuladores se abalanzan con regocijo: una locura favorecida por el aparente y creciente interés de todos.
Hemos llegado a tal punto en el que incluso nuestras selfies más rutinarias pueden tener un valor incalculable. Sí, también la foto que te hiciste esta mañana sin peinar.