Cuando la histeria domina el humor de los mercados, no hay muchas herramientas que logren frenar las ventas. Ayer, cuando el dólar pegó un salto del 6% en un par de horas y con poco volumen operado, muchos se preguntaban cuáles eran las armas que tenía el Gobierno para frenar esta tendencia, con al agravante de que el Banco Central tiene las manos atadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para intervenir de manera directa en el mercado de contado.