Cuando Neil Armstrong murió en 2012 en un hospital de Cincinnati, dos semanas después de someterse a una intervención quirúrgica de corazón, su familia le rindió un tributo conmovedor dirigido a los millones de admiradores que el astronauta tenía por todo el mundo.
“Honren su ejemplo de servicio, realización y modestia”, escribió la familia. Les dijo a quienes fueron inspirados por el primer hombre que pisó la Luna que “la próxima vez que caminen bajo una noche despejada y vean la Luna sonriendo desde lo alto, piensen en Neil Armstrong y háganle un guiño”.
No obstante, en privado, la reacción de la familia ante la muerte de Armstrong a los 82 años fue mucho más turbulenta. Sus dos hijos afirmaban que la atención deficiente que el hospital Mercy Health de Fairfield le dio a Armstrong después de la operación le había costado la vida, e incluso un experto que siguió trabajando para el hospital encontró problemas graves con el tratamiento que se le dio.