La desocupación en jóvenes de 18 a 30 años creció un 6% por el impacto de la pandemia. Pasó del 20% en el primer trimestre de 2020, antes de la llegada del Covid-19, a un 26% durante el segundo trimestre, el período más crítico de la crisis sanitaria y las medidas de restricción.
El desempleo en jóvenes duplica al de adultos. La crisis impactó de lleno en sus oportunidades laborales. Se observa, además, una desigualdad de género ya que las mujeres jóvenes fueron las más perjudicadas. También los asalariados informales y trabajadores precarizados fueron los grupos más afectados.
De los 3,9 millones de puestos de trabajo perdidos en el país durante el año de la pandemia, 1,3 millones corresponden a jóvenes de entre 18 y 30 años. Es decir, un tercio de los empleos perdidos afectó a personas jóvenes. Dentro de ese universo, el subgrupo de jóvenes de entre 18 y 24 años sufrió el mayor golpe: perdieron el 40% de los puestos de trabajo durante el momento más crítico de la pandemia.