En el mercado de valores, los pequeños márgenes distinguen el éxito del fracaso. Un desempeño de 10% es una gran diferencia; 100%, una diferencia oceánica.
Y luego está Warren Buffett. En los últimos 54 años, las acciones de su compañía, Berkshire Hathaway, superaron al S&P 500 –un amplio índice de acciones norteamericanas– en casi 2,5 millones de puntos porcentuales. El grado en que Buffett demostró ser más listo que sucesivas generaciones de rivales de Wall Street casi desafía la comprensión.
Por lo tanto, ahora sorprende que en la última década se haya quedado atrás. Un dólar invertido en Berkshire hace 10 años ahora vale cerca de u$s 2,40; ese mismo dólar invertido en un fondo que emula al S&P 500 vale u$s 3,20. Más llamativo aún es lo que Buffett dice sobre eso.