En 1999, una japonesa concibió un plan magistral que prometía resolver uno de los desafíos más difíciles que enfrentaba la economía de su país: la reducción drástica de su fuerza laboral debido al nacimiento de pocos niños y el rápido envejecimiento de la población.
La visionaria idea de la analista de inversiones japonesa Kathy Matsui para ayudar a su país fue aprovechar el talento de la mitad de la población: las mujeres.
Y, para nombrar su creación, combinó las palabras women (mujeres) y economics (economía) y la llamó Womenomics, que en español sería algo así como «feminomía» o «mujerómica», pero dejémoslo en inglés, como hicieron los expertos.
«En mi trabajo como analista, tomo datos y estadísticas e intento sacar conclusiones sin aportes subjetivos», le explica Matsui a BBC Mundo.